La voz mental puede ser crítica o motivadora. Aprende como transformarla en un diálogo positivo y saludable.
Yo no soy lo que me sucedió.Yo soy lo que elegí ser.
Carl Gustav Jung.
¿Alguna vez prestas atención a tus pensamientos? ¿Qué mensajes te transmite tu voz mental? ¿Cómo es esa voz? ¿Su tono es crítico o motivador? ¿Te has sorprendido hablando contigo en voz alta?
No, no se trata de una alucinación ni de un trastorno mental. Se trata de tu “voz interior”, esa voz con la que dialogas a todas horas y que te ayuda a tomar decisiones, a reflexionar sobre lo que te sucede y a prepararte para el futuro.
Una de las claves para desarrollar un lenguaje positivo y saludable es comenzar por observar nuestros pensamientos y hacernos conscientes de nuestro diálogo interno.
El diálogo interno es la forma en que nos hablamos a nosotros mismos, y puede influir en nuestras emociones, autoestima y motivación, y a su vez en la relación que tenemos con otras personas.
Según algunos estudios, el ser humano promedio tiene alrededor de 50.000 a 60.000 pensamientos diarios que llegan a su mente y se estima que la mayoría de los pensamientos son negativos o tóxicos.
Si prestas atención puedes identificar que muchos de ellos son voces muy críticas o tóxicas y que te limitan: “No puedes hacerlo”, “Eres torpe”, “Eres muy cobarde”, “Se burlarán de ti”, “Nadie te quiere”, “Es tu culpa”.
O también puede presentarse como una voz que te motiva, te da consejos y te ayuda a avanzar: “Tienes talento”, “Claro que puedes hacerlo”, “Mereces dar y recibir amor”, “Me gustas como eres”.
Tu voz interior es tu guía, tu consejera, tu amiga. Es la expresión de tu conciencia, de tu sabiduría, de tu esencia. Pero a veces, puede que no la escuches con claridad, o que la confundas con esas otras voces más críticas, más negativas, más ruidosas.
¿Cómo imaginas esa voz mental? ¿Qué efecto tiene en ti?
Algunas personas la llaman voz interior, el narrador interno, la cotorra, la loca o Pepe Grillo, como en el cuento de Pinocho. En mi caso, imagino la voz mental como un ave parlanchina y un mono saltarín en constante actividad. ¿Qué nombre le das a tu voz mental? ¿Es tu aliada o tu peor enemiga?
Es importante reconocer ese flujo constante de pensamientos que nos pasan por la cabeza. Estos pensamientos pueden ser positivos o muy dañinos, y pueden influir en nuestra autopercepción, autoestima y en la forma que vemos al mundo que nos rodea.
Una vez que prestas atención a tus pensamientos y observas tu diálogo interno, puedes tomar conciencia de cómo influyen esos pensamientos en tus emociones y en el estado de ánimo.
Al reconectar con tu voz interior, aprender a escucharla mejor y desarrollar el hábito del diálogo interno, positivo y saludable, te puede ayudar a tener mayor motivación y aliento para transformar pensamientos que te limitan y hacen sufrir.
Algunas veces el diálogo interno se transforma en una autoconversación en la cual nos hablamos en voz alta, y también nos damos la respuesta. ¿Te ha pasado? A mí me ocurre a menudo, me causa mucha gracia cuando me doy cuenta de que estoy reflexionando o conversando conmigo en voz alta.
Por fortuna, en este video de TED-ED nos enseña que es normal y beneficioso para nuestro bienestar.
Practicar el diálogo interno positivo significa:
- Mostrar autocompasión y comprensión hacia nuestra persona.
- Reconocer nuestros errores y debilidades.
- Valorar nuestras fortalezas y logros.
- Asumir los desafíos de la vida, sin engaños ni falsas ilusiones.
- Tener una actitud de propósito y de aprendizaje continuo, tanto en tiempos de bonanza como de adversidad.
- Reconocer las oportunidades y conseguir soluciones con mayor optimismo y creatividad.
En tu diálogo interno, recuerda ser amable contigo.
¿Cómo te beneficia la práctica del diálogo interno positivo?
El diálogo interno positivo es una práctica que nos permite hablar con nosotros mismos de forma constructiva y optimista. Al hacerlo, podemos obtener múltiples beneficios, como:
- Vivir más y mejor, al reducir el estrés y fortalecer nuestra salud.
- Sentirnos más seguros y capaces, al aumentar nuestra autoestima y confianza.
- Rendir más y mejor, al mejorar nuestra concentración, creatividad y actitud.
- Relacionarnos mejor con los demás, al ser más empáticos y comprensivos.
- Hacer del mundo un lugar mejor, al ser más conscientes y responsables.
¿Se puede ejercitar el diálogo interno positivo?
El diálogo interno positivo es un hábito que se puede desarrollar con tiempo, práctica, mucha paciencia y autocompasión.
Algunas estrategias que puedes seguir son:
- Observar y anotar los pensamientos negativos, y analizar su origen y su veracidad.
- Cuestionar y sustituir los pensamientos negativos por otros más positivos y realistas, que nos den otra visión de las cosas.
- Practicar la meditación nos ayuda a aquietar la mente, a enfocar la atención hacia donde nosotros realmente queremos.
- Repetir frases positivas que expresen lo que quieres conseguir o cómo deseas sentirte, para reforzar la autoestima y la motivación.
- Agradecer lo que tenemos y lo que vivimos, y expresar nuestro agradecimiento a las personas que nos hacen bien.
- Rodearnos de personas que nos apoyen, nos animen y nos inspiren.
Estas son algunas ideas para empezar a practicar el diálogo interno positivo. Recuerda que se trata de un hábito que se puede mejorar con el tiempo. No te desanimes si al principio te cuesta o te sientes extraño. Con perseverancia y constancia, verás cómo tu diálogo interno se vuelve más positivo y cómo esto repercute en tu bienestar y en tu felicidad.
Espero que este artículo te haya resultado útil e interesante. Si quieres saber más sobre el diálogo interno positivo o compartir tu experiencia, puedes dejar un comentario abajo. ¡Gracias por leerme!
Bendiciones de Luz.
Te acompaño en tu camino de bienestar ¿Hablamos?
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