Cómo prevenir el tecnoestrés o estrés digital
Tecnoestrés no es un concepto nuevo, fue definido por Craig Brod (1984) en su libro Techno Stress: The Human Cost of the Computer Revolution, como “una enfermedad moderna de adaptación causada por la incapacidad de hacer frente a las tecnologías informáticas de manera saludable”.
La tecnología evoluciona a una velocidad asombrosa. Convive con nosotros y facilita nuestra vida. Cada día se hace más exigente compaginar el uso de la tecnología con las actividades cotidianas tales como el trabajo, el hogar, el aprendizaje o la diversión.
Los avances tecnológicos nos permiten comunicarnos de forma rápida, sencilla y aprender sobre nuestro maravilloso mundo.
La imaginación vuela y nos inspira a ir más allá de la realidad.
El mundo digital ocupa gran parte de nuestro tiempo: Utilizamos diferentes dispositivos electrónicos y múltiples vías de comunicación en línea para realizar nuestras actividades diarias:
- Navegación en Internet, uso de aplicaciones multimedia.
- Gestión de redes sociales y correos electrónicos,
- Teletrabajo, aprendizaje en línea, gestiones administrativas.
- Noticias, actualidad, música, juegos y diversión.
Todo esto puede añadir a nuestra rutina diaria una gran sobrecarga, causar ansiedad y lo que se denomina estrés digital o tecnoestrés.
¿Cuáles son los factores que pueden generar estrés digital?
Estudios señalan que el uso excesivo de las tecnologías ha derivado en otros padecimientos que pueden afectar nuestra salud:
El Síndrome de fatiga informativa, también conocido como infoxicación digital, provocado por la sobrecarga y la incapacidad del manejo excesivo de información recibida por medios tecnológicos.
La tecnofobia que se caracteriza por tener miedo o ansiedad hacia las tecnologías, resistencia a su uso, así como pensamientos hostiles y agresivos hacia las mismas.
De igual manera, están quienes presentan tecnoadicción, una compulsión incontrolable para utilizar las nuevas tecnologías de información y comunicación que se puede manifestar de diferentes formas:
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- Miedo a quedarse fuera de los avances tecnológicos. Necesidad ansiosa de estar siempre conectados a internet a cualquier hora del día, a través de dispositivos móviles o computadoras.
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- Revisar de manera compulsiva correos electrónicos, mensajes, chats y las redes sociales por temor a perderse algo de lo que se publica, también se le conoce como síndrome FOMO, acrónimo de “fear of missing out.”
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- Dependencia de los dispositivos móviles, temor a quedar incomunicados por falta de batería o fuera de cobertura.
¿Cómo se manifiesta el estrés digital?
Se pueden manifestar síntomas similares al estrés común tales como ansiedad, el ahogo, las palpitaciones, la tensión arterial alta o la tensión muscular, fatiga, falta de atención y concentración, dificultad para expresarse verbalmente, entre otras.
También pueden aparecen trastornos gástricos, pérdida de visión, dificultad para el análisis y la toma de decisiones.
Sentir ansiedad por estar a la vanguardia las tecnologías y de nuevos dispositivos. Tener problemas posturales. Sentir frustración, culpa, mal humor, distanciamiento social.
¿Te identificas con alguno de estos síntomas? ¿Qué puedes hacer para prevenir el estrés digital?
No es la tecnología sino el uso que hacemos de ella lo que puede influir de forma negativa en nuestra salud y bienestar.
Es necesario asumir la responsabilidad de practicar hábitos saludables que nos ayuden a prevenir el estrés digital.
Estas son algunas estrategias que te recomiendo poner en práctica
1. Pon límites, gestiona tu tiempo de conexión. Toma conciencia del tiempo que dedicas a estar conectado por diferentes medios digitales, redes sociales, a enviar y recibir mensajes. Identifica que requiere o no respuesta inmediata. Encuentra tu propio equilibrio de conexión digital.
2. Fija tus objetivos diarios de trabajo o actividad que requieren el uso de las TIC. Evita la dispersión o hacer varias tareas a la vez.
3. Programa pausas activas de descanso e higiene mental:
Pon una alarma para pausar tus actividades de conexión digital. Te puedo recomendar que por cada hora hagas un descanso de cinco minutos.
Cuida tu postura, muévete. Programa una rutina de estiramientos y de gimnasia cerebral.
Hidrátate, toma suficiente agua. Atiende tus necesidades fisiológicas.
Realiza una corta meditación de un minuto, enfocando la atención en la respiración.
Retoma tu actividad hasta la próxima pausa.
4. Dedica tiempo para ti. Cuida tu imagen personal, practica hábitos de alimentación saludable, ejercita tu cuerpo, toma mucha agua. Al culminar tu actividad date una ducha caliente para favorecer la relajación y disminuir la tensión muscular.
5. Mantén buena comunicación con personas de tu entorno, construye redes de apoyo.
6. Vigila tus emociones, expresa lo que sientes. Busca ayuda si sientes que no puedes controlar el estrés digital.
7. Antes de dormir, desconecta pantallas. Conecta contigo.
8. Practica la meditación o haz ejercicios de relajación para que puedas conciliar el sueño tranquilo y reparador.
Recuerda que tú tienes el control
del botón de inicio y apagado.
Cuida de ti con responsabilidad.
¡Bendiciones de Luz!
Te acompaño en tu camino hacia el bienestar. ¿Hablamos?
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