Desde el instante que una persona sospecha y recibe el diagnóstico de cáncer, comienza a vivir un carrusel de emociones, negación, rechazo, miedo, rabia, tristeza y mucha, mucha ansiedad por su futura curación.
Es de vital importancia construir una red de apoyo que acompañe durante el difícil tránsito en la lucha contra esta terrible enfermedad.
Una red que incluya a instituciones, el cuerpo médico tratante, la orientación psicológica. El apoyo de familiares, amigos, personas con quien compartir inquietudes y ayuda para restaurar la fuerza espiritual.
Desde el inicio, la terapia de REIKI puede brindar el apoyo mental, emocional y espiritual que el paciente oncológico necesita como complemento del tratamiento médico.
El suave toque realizado por un profesional de REIKI brinda un gran apoyo para el bienestar. El principal beneficio de REIKI es la sutil sensación de tranquilidad y relajación. Al disminuir la ansiedad, permite la mejora de las funciones del sistema inmune y contribuye a optimizar el resultado de los protocolos médicos.
En mi experiencia con REIKI, desde el amor y respeto aprecio mucho la confianza me brindan de escuchar, acompañar y guiar a las personas en su proceso para restablecer el equilibrio personal.
Para evitar la dependencia, también invito a mis pacientes y a sus familiares que aprendan la práctica de REIKI para tener siempre la posibilidad de aplicarse el auto tratamiento, en especial en los momentos de mayor ansiedad o malestar.
REIKI es una oportunidad de volver a ti, de reconectar con tu esencia y con el Amor incondicional de DIOS.
¡Bendiciones de Luz!
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